Fritz Perls en Berlín 1893-1933. Expresionismo, psicoanálisis, judaísmo.
Bernd Bocian
Ed. Cuatro Vientos, Santiago de Chile
Se trata de un
libro imprescindible si queremos entender cómo se forjó el Perls que conocemos.
Su historia y los momentos sociales, políticos, culturales y artísticos que le
tocaron vivir están magistralmente expuestos a través de los diferentes capítulos.
Su lectura nos
invita a revisar autores y recomponer mapas mentales para entender el Berlín en
el que Perls se fue forjando: el psicoanálisis y los psicoanalistas más de la
izquierda como Erich Fromm, el expresionismo, los círculos de vanguardia en los
que Perls se implicó, como el movimiento dadaísta: «Los dadaístas desarrollaron
el principio del collage para reflejar las contradicciones reales
prevalecientes de la vida personal…». Trabajar con los conflictos
intrapsíquicos y las polaridades, algo clave en la terapia gestalt, tuvo sus
raíces en este ambiente donde la «filosofía de la polaridad» de
Friedlander/Mynona, con su malabarismo positivo y creativo de contradicciones,
jugó un papel central para Perls, nos cuenta Bocian.
El biógrafo nos
presenta a un Perls joven tocado por la guerra y sus experiencias traumáticas.
Perls era miembro de la «generación del frente». Nacidos en los años 80-90, durante
su juventud experimentaban fases eufóricas y de mucha ansiedad sobre el futuro,
el ánimo inherente a la primera guerra mundial, algo que llevaba a muchos
jóvenes a acercarse a las derechas. No así en el caso de Perls, que socializó
en los círculos bohemios de Berlín, que tuvieron en él un influjo determinante.
Y pensemos que Perls era judío, por lo que aún le quedaba por vivir la
emigración.
La lectura nos
va mostrando el complejo camino que realizó Perls para llegar a sus
conclusiones, teorías y concepciones filosóficas, y da buena cuenta del empeño,
el deseo, la curiosidad, la capacidad de franquear obstáculos, la caída de
ideales, el encuentro con teorías que después debía dejar en el camino, su afán
de comprensión que no repara en esfuerzos… Emerge del conjunto la profundidad
de este hombre a quien desde la gestalt admiramos y seguimos aunque, a mi modo
de ver, con una visión demasiado pobre de él. Es por ello que recomiendo la
lectura de este texto, como una forma de rendirle un homenaje a él y los muchos
hombres que nos dejaron muestras de su lucha en la búsqueda de un orden interno,
en medio de ese desierto decepcionante que fueron los años de la primera y
segunda guerras mundiales.
La biografía
consigue mantener la atención pues va rellenando lagunas y está tan bien
escrito que en cada capítulo te entran ganas de pasar al siguiente y seguir
recomponiendo un mapa social, reconociendo el esfuerzo de tantos intelectuales
y artistas y comprendiendo mejor qué es eso de la gestalt.
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