miércoles, 18 de mayo de 2016

LA MADRE PERFECTA...

Enrique de Diego nos envía este vídeo que publico a continuación:


Antes de su publicación y tras verlo un par de veces más, me surgen algunas reflexiones que paso a compartir:

Lo primero que pienso es (llámenme "aguafiestas"...) que mi conclusión ante lo visto aludiría más a nuestro dicho popular "Mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer", que al mensaje ofrecido "La mamá perfecta es la tuya".

Pero -como voy a publicarlo-, necesito superar este primer momento mordaz. Casi sin darme cuenta, me  coloco en el lugar de los niñ@s y dejo que mi pensamiento vaya avanzando por senderos desconocidos.

Pensando en la intención de este vídeo, imagino que pretende hacernos dar cuenta de la importancia del vínculo que mantenemos con nuestra madre. Es éste mucho más valioso y necesario que las cualidades, capacidades y costumbres que deseamos despliegue nuestra madre a lo largo de nuestra crianza y maduración.

Es decir, es el vínculo y no la madre en sí lo que nos duele perder. La promesa de una madre que cumpla todas nuestras expectativas no puede competir con el vínculo que ya nos une a nuestra madre, por imperfecta que ésta parezca ante nuestros egocéntricos ojos infantiles.

En el vídeo, tras el proceso de perfeccionamiento, se presenta ante el niño una mujer que no es su madre: amable y sonriente -sí-, pero una extraña al fin y al cabo.

Pero, ¿Qué habría sucedido si la maquina "perfeccionadora" hubiera devuelto su misma mamá a los niños, con la garantía de haber operado en ella un cambio radical e irreversible de acuerdo con sus deseos?

Lanzo esta pregunta como una invitación a la reflexión y/o la ocurrencia de todo aquél que vea y lea esta entrada. Podéis compartir vuestras reflexiones añadiendo un comentario en el espacio propuesto más abajo.

¿Quién se anima?

Alicia Herrero
Administradora del blog

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog